Como dueño o directivo de una empresa es probable que en tu gestión hayas sentido alegría, miedo, furia y desagrado; quizás hasta has tenido estrés por la carga de trabajo, angustia al no obtener los resultados deseados o ansiedad por la incertidumbre de no saber si algo pudiera o no salir como lo deseabas.

¿Sabías qué dentro de cada ser humano existe una habilidad que permite convertir todas esas emociones y estados negativos en algo positivo y que si la implementas en tu empresa te puede ayudar a aumentar tu productividad y a construir ambientes laborales funcionales?, te hablo de la Inteligencia Emocional.

Hoy en día, las empresas no sólo necesitan profesionistas aptos a nivel técnico y práctico, también requieren personas adaptables, resolutivas y empáticas, es decir, personas con inteligencia emocional.

La Inteligencia Emocional es la habilidad que todo ser humano puede desarrollar para percibir, usar, comprender y manejar sus emociones con el propósito de generar sentimientos que faciliten su pensamiento y su interacción social.

Sus orígenes

Antes del Best Seller ,“La Inteligencia Emocional en la empresa, del escritor, periodista, psicólogo y conferencista, Daniel Goleman; varios psicólogos ya habían comenzado a estudiar esta habilidad humana. A partir de 1920, Thordike introdujo a la Psicología el concepto de “Inteligencia social”, la cual definió como la capacidad de entender y manejar a los hombres, mujeres, niños y niñas para actuar sabiamente en las relaciones humanas.

Fue en 1980 cuando Howard Garner, uno de los psicólogos especializados en el estudio de la inteligencia y su tipología, creó el término “Inteligencia personal”, la misma que definió como el conocimiento de aspectos internos de una persona y la capacidad básica para notar distinciones entre cada ser humano.

Una década después, los psicólogos Peter Solvay y John Mayer crearon la Teoría de la Inteligencia Emocional, un estudio enfocado en la capacidad de adaptación social y emocional de las personas; una habilidad que se desarrolla con el aprendizaje y la experiencia.

Implementación en la empresa

El autoconocimiento, la autodisciplina, la persistencia y la empatía son tus mejores herramientas para mejorar la gestión, productividad y el ambiente de tu compañía. La implementación de la Inteligencia Emocional en las empresas permite identificar y entender las emociones que tenemos o podríamos experimentar al tomar una decisión, solucionar un problema o convivir con los demás, para reaccionar de forma positiva evitando emociones como la furia y el desagrado.

Manejar las emociones de manera adecuada permite a los empresarios y colaboradores destacar como profesionales al ser positivos, sentir la motivación de realizar el trabajo asignado y evitar la frustración y el estrés cuando algo no sale bien.

Además, la Inteligencia emocional otorga fortaleza para enfrentar adversidades y evitar conflictos, ya que te da la posibilidad de ser empático con tus colaboradores, socios y clientes, al comprender la razón de sus puntos de vista o sus comportamientos.

Para desarrollar y poner en práctica la Inteligencia Emocional requieres convertirte en un líder emocional.   Para ello necesitas:

  • Ser consciente de tus propios sentimientos, miedos y deseos; entender su origen y sus posibles efectos.
  • Tomar decisiones solo cuando estás en calma
  • No actuar impulsivamente
  • Ser empático para comprender la razón de las emociones, actos y opiniones de los demás
  • Tratar a los demás como deseas ser tratado
  • Enfocarte primero en actividades que disfrutes hacer en la empresa, para así motivarte en realizar las demás tareas

Si deseas que tus colaboradores también desarrollen su inteligencia emocional requieres:

  • Generar ambientes de trabajo positivos, fomentando el respeto
  • Promover la empatía entre los empleados
  • Escuchar sus propuestas, inquietudes y preocupaciones para que se sientan en confianza
  • Motivarlos a realizar actividades en las que se sientan aptos y cómodos
  • Asignar tareas de manera equitativa y justa
  • Fomentar en los colaboradores la comunicación efectiva

Si implementas todas estas acciones tanto en tu persona como en tu compañía, tendrás grandes resultados. Tus empleados serán más felices y por ende más productivos.